Agregamos una característica a los elementos que componen un Green School*
Los resultados del estudio del Arizona State University demuestran que las metodologías mixtas que implementamos en Kajuyalí School se adaptan estratégicamente a las metodologías globales existentes para crear un diseño inventivo de pedagogía que enseñe a los estudiantes sobre alfabetización ambiental a través de una mezcla de habilidades blandas con aprendizaje experimental y de servicio en el mundo real.
“Transformamos las nociones de sostenibilidad de los Green School a través de un modelo innovador de experiencias en el mundo real”
El estudio del Arizona State University resalta que en Kajuyalí School somos el primer colegio en admitir que aún estamos aprendiendo a ser un Green School* y, para lograrlo, hemos implementado una cultura de retroalimentación y mejora continua en nuestros sistemas y prácticas, comprendiendo que nuestro modelo único presenta desafíos prácticos que nos retan a buscar el equilibrio adecuado entre experiencia e interacción.
- El estudio del Arizona State University se centra en nuestra pedagogía, currículo y el grado en que aplicamos el ecocentrismo.
- Los resultados demuestran que la enseñanza y el aprendizaje de la sostenibilidad son característicos de la metodología ecocentrista.
- Nuestros profesores son visionarios centrados en guiar y orientar a líderes preparados para las experiencias del mundo real.
* Para el propósito del estudio del Arizona State University, los Green School pueden definirse como cualquier institución educativa que implemente el Desarrollo Sostenible (DS) o la educación ecocéntrica a través de un enfoque desde la ética, la política y la pedagogía, hasta el currículo, la comunidad y los espacios físicos.
Metodología única
Con la unión de las metodologías basadas en fenómenos (PBL) y aventuras (ABL), sumado al aprendizaje recíproco que se deriva de la interacción cultural con las comunidades locales, involucramos a nuestros estudiantes en actividades sociales y medioambientales reales a campo abierto, creando la conciencia necesaria para influir positivamente en el futuro. El proceso es lento pero seguro porque primero escuchan, observan, sienten empatía e intentan comprender mejor a las comunidades y sus necesidades, reconociendo y respetando la experiencia y los conocimientos que les pueden aportar, creando así una práctica de alfabetización medioambiental al tomar decisiones responsables que aportan al desarrollo sostenible, teniendo en cuenta las relaciones con los sistemas naturales, las comunidades y las generaciones futuras.
“Fortalecemos las habilidades y motivación de nuestros estudiantes para que aprendan a tomar decisiones sostenibles y responsables”