
Tomar la decisión de cambiar de colegio: un camino lleno de emociones y preguntas
Cambiar de colegio a un hijo no es una decisión que se tome a la ligera. Para muchas familias, este proceso viene cargado de incertidumbre, emociones intensas y una gran cantidad de preguntas. En la cultura colombiana, está muy arraigada la idea de que un niño debe permanecer en el mismo colegio desde la infancia hasta su graduación, por lo que enfrentar la posibilidad de un cambio puede generar sentimientos de culpa, frustración y miedo al futuro.
A través de este blog, exploraremos las etapas emocionales que atraviesan los padres y los niños en este proceso, así como algunos consejos para tomar la mejor decisión.
La realización: El colegio que elegimos no está funcionando
Este es el primer y, muchas veces, el más difícil de los momentos. Implica aceptar que el colegio que se había elegido con tanta dedicación no está brindando la experiencia esperada para el niño. En esta etapa pueden surgir emociones como:
- Culpa : "¿Hicimos una mala elección?"
- Frustración : "Pensé que este era el mejor lugar para mi hijo".
- Miedo : "¿Qué pasa si cambiamos y tampoco es lo que necesitamos?"
Es importante entender que esta situación no significa haber fallado. Cada niño es diferente y sus necesidades pueden evolucionar con el tiempo. Reconocer que algo no está funcionando es el primer paso hacia una solución.
La negación: "Tal vez podamos hacer que funcionar"
En muchos casos, tanto los padres como los niños experimentan una etapa de resistencia al cambio. Se intenta encontrar razones para no tomar la decisión drástica de cambiar de colegio, tales como:
- "Quizá con más esfuerzo mi hijo se adaptará."
- "Tal vez con otro profesor o con tutorías extra podría mejorar."
- "Los amigos son importantes, y no queremos que los pierdan."
Sin embargo, si el colegio no ofrece el acompañamiento adecuado o si el niño sigue sintiéndose infeliz o desmotivado, insistir en esta situación puede afectar su bienestar emocional y académico.
La aceptación: "Es momento de buscar una mejor opción"
Cuando los padres logran ver la realidad con claridad y aceptan que el cambio es necesario, comienza una nueva etapa: la búsqueda de un colegio que se adapte mejor a las necesidades del niño.
En este punto, la familia debe considerar aspectos como:
- El modelo educativo: ¿Ofrece metodologías innovadoras y un enfoque acorde con el estilo de aprendizaje de mi hijo?
- El bienestar emocional: ¿Cuenta con un ambiente que fomenta la seguridad emocional y el desarrollo personal?
- Las oportunidades de desarrollo: ¿Brinda experiencias que permitan el crecimiento integral del estudiante?
La incertidumbre y la toma de decisión.
A pesar de haber aceptado la necesidad del cambio, la búsqueda del nuevo colegio puede traer dudas y ansiedad, por lo que es clave:
- Hablar con docentes y directivos para entender su filosofía y metodologías.
- Preguntar sobre la adaptación de estudiantes nuevos .
- Conversar con otras familias que hayan pasado por el mismo proceso.
- Filtrar recomendaciones externas, las experiencias de otras familias pueden ser útiles, pero no deben ser determinantes.
- Asistir de forma presencial para conocer en vivo y en directo los colegios.
- Observar cómo se desarrollan las clases.
- Percibir el ambiente y la energía del lugar.


Reflexión final: Un cambio que puede transformar el futuro
Aunque la decisión de cambiar de colegio puede ser desafiante, también puede ser la mejor elección para el bienestar y el crecimiento del niño. Entender las emociones del proceso, apoyarse en información objetiva y tomar el tiempo necesario para evaluar opciones ayudará a convertir esta transición en una oportunidad de crecimiento y renovación. Si estás en este proceso y tienes dudas, recuerda que cada niño es único, y lo más importante es encontrar un espacio donde se sienta comprendido, seguro y motivado para aprender y crecer.